La nueva MacBook Pro ya está en el mercado y, por cierto, ¡luce muy bien! Hemos leído las reseñas, ahorrado los muchos centavos necesarios para comprarla y hemos decidido cuál versión queremos. Pero tenemos un problema como usuarios: la SSD incorporada en la placa madre.
Ahora bien, ésta no es la primera vez que Apple ha hecho esto: en realidad, lo hicieron desde el modelo 2016 de la MacBook Pro, ¡y ya fue cuestionado en ese momento! El problema es que los potenciales compradores deben definir dos cosas al momento de comprar… ¿Qué capacidad de almacenamiento necesito actualmente? Y ¿qué capacidad de almacenamiento necesitaré en el futuro?
¿Es esto un obstáculo para la compra? Es una buena pregunta, y la responderemos en el artículo. Este artículo también se referirá a lo siguiente:
- ¿Por qué ha incorporado Apple las SSD y RAM a la placa madre de la mayoría de sus máquinas?
- ¿Cuáles son las ventajas y desventajas para los usuarios?
- ¿Qué sucede si queremos aumentar la capacidad de almacenamiento de la MacBook?
¿Porque están las SSD y RAM de la MacBook incorporadas a la placa madre?
Con el paso del tiempo, los dispositivos se hacen más pequeños, lo que los hace más prácticos para nuestras ajetreadas vidas. Lo mismo ocurre con las computadoras de Apple (excepto las Mac de escritorio, ¡que parecen ser cada vez más grandes!).
El grosor de la MacBook Pro de 2018 es de solamente 0,59 pulgadas, lo cual queda muy lejos de la primera MacBook Pro de 2006. Y ya que su peso es solamente de 4,02 libras, comparado con las 5,6 libras de la de 2006, no sorprende que Apple haya tenido que modificar sus diseños.
Para los compradores, el hecho de que las portátiles contengan una SSD que no es posible modificar o reemplazar, los puede tanto desalentar a la compra como impulsar a cambiar sus portátiles con más frecuencia. Ahora bien, los fanáticos de Mac no se desalientan con facilidad. El hecho de que el mercado más grande de Mac lo compongan los actuales propietarios de una Mac, sólo reafirma la apuesta de Apple con respecto a que a los usuarios les es satisfactorio comprar portátiles que les serán útiles solamente durante un año o dos. Es mucho más redituable para Apple que sus usuarios compren una máquina nueva, en lugar de mejorar la actual.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas para los usuarios?
La edición de 2018 cuenta con la mayor capacidad de RAM ofrecida en la historia de la MacBook Pro, con 32GB. También ha sido aumentada la capacidad de almacenamiento disponible. El modelo de 15 pulgadas está disponible ahora con un almacenamiento SSD PCle de hasta 4TB (el de 13 pulgadas solamente ofrece hasta 2TB). La mayoría de los usuarios nunca necesitarán de mucho más que eso. Aunque es bueno contar con esa opción, ¡especialmente si la versión de 15 pulgadas y 4TB cuesta 6.699 dólares!
Es una cantidad de dinero ENORME por una portátil, especialmente una que, en caso de utilizar por completo los 4TB de almacenamiento, no ofrece otra alternativa que utilizar una unidad de disco externa. Y, para ser francos, estamos pagando más de 6.500 dólares por una portátil, ¡no deberíamos tener que acarrear una unidad de disco externo también!
Los modelos de MacBook Pro presentados antes de 2016 les permitían a los usuarios reemplazar las unidades de SSD en cualquier momento. Eso significaba que era posible comprar una versión más barata de una MacBook Pro, de con una unidad con menor almacenamiento, y reemplazarla por nuestra propia cuenta con una unidad SSD más grande. Incluso algunas compañías, como “Other World Computing”, diseñaron SSD más grandes, especialmente para las MacBook Pro.
¿Qué sucede si queremos aumentar la capacidad de almacenamiento de la MacBook?
La respuesta más directa es… ¡No se puede!
Cualquier MacBook Pro con salida al mercado posterior a 2016 que incluya una Touch Bar (una pantalla táctil secundaria ubicada en la parte superior del teclado), cuenta con una unidad SSD incorporada, lo que significa que no será posible retirarla o reemplazarla. Por lo tanto, si deseas contar con más almacenamiento, deberás comprar una unidad de disco externa, o simplemente optar por un servicio de almacenamiento en la nube.
La otra opción posible es comprar una MacBook Pro sin Touch Bar (la MacBook Pro 2016 más económica no la tiene). “Other World Computing” desarmó la MacBook Pro más económica en cuanto salió al mercado y logró retirar la tarjeta SSD, aunque con mucha dificultad.
Uno podría pensar “Genial, me compraré una de esas, entonces”. Lamentablemente, ya nadie fabrica SSD que sean compatibles con las versiones nuevas de MacBook Pro (y eso incluye la más económica de 2016).
Entonces, ¿compraríamos una?
Mmmm… ¡Tal vez! Comprar o no una MacBook Pro depende completamente de las necesidades del usuario. El dinero no cae del cielo, especialmente en la actualidad, ¡y gastar más de 6.500 dólares en una portátil es francamente criminal!
La incorporación de la unidad SSD en la placa madre las MacBook Pro más recientes es una movida tanto inteligente como astuta por parte de Apple. Parece ser simplemente una forma de garantizar que los usuarios de MacBook Pro cambien sus portátiles con más frecuencia, en lugar de sólo aumentar su capacidad de almacenamiento.