Aunque la tecnología RAID (Redundant Array of Independent Disks) existe desde hace muchos años y cada vez más empresas confían en estos sistemas para responder a sus necesidades de almacenamiento a medida que las ingentes cantidades de datos aumentan a un ritmo alarmante. Como ya sabrán muchos de los usuarios familiarizados con RAID, estos sistemas ofrecen una velocidad de lectura/escritura mucho mejor que los servidores de una sola unidad, además de tolerar los fallos cuando la unidad se colapsa, lo que es de suma importancia, ya que las empresas de hoy se centran en encontrar soluciones que protejan sus datos y les ayuden a evitar el tiempo improductivo que va de la mano de la pérdida de datos.
Los sistemas RAID son excelentes en el ámbito de la protección de datos porque, por lo general, hacen posible que los datos se escriban en múltiples unidades de disco duro, para que no se pierda ninguno por el error de una de las unidades del conjunto, además de aumentar la tolerancia del sistema a los fallos, término que hace referencia a la capacidad de un sistema para seguir operativo cuando se produce un error del hardware (o del software), como cuando se produce un fallo en un disco duro de una de las configuraciones redundantes del sistema RAID. Dado que estos sistemas incorporan protección, la mayoría de las empresas se ponen en sus manos a la hora de almacenar los datos críticos de la actividad, como los datos financieros y los del sistema comercial (e-mail, back office, datos de la extensa base de datos).
Cabe plantearse qué ocurre cuando se produce un incidente con este sistema que termina por hacer que los datos sean inaccesibles. Aunque los sistemas RAID han sido específicamente diseñados para proteger frente a la pérdida de datos, están expuestos a los fallos de todo el sistema si múltiples unidades experimentan problemas simultáneamente. Además, pueden producirse otros problemas cuando los controladores del RAID no reconocen ninguna de las unidades del conjunto o si se extrae una bahía de dispositivos intercambiables en caliente y se sustituye erróneamente con una nueva. El resultado final es que, al igual que los sistemas de una unidad única, los sistemas RAID también pueden experimentar problemas que conlleven aparejados la pérdida de los datos: la diferencia es que, con un error de este tipo, el problema puede, literalmente, paralizar la empresa o interrumpir cualquier operación, ya que los datos almacenados en el conjunto RAID suelen ser datos críticos para el negocio.
Por desgracia, una vez que se ha producido una disfunción del RAID, muchas empresas lo dan todo por perdido cuando incluso sus informáticos, proveedores, técnicos o consultores de TI les dicen que los datos son inaccesibles y no hay forma alguna de recuperarlos. Cuando se produce un problema, la mayoría piensa que es el final de los datos afectados y, si el sistema RAID se ha averiado, es imposible recuperarlos. Sin embargo, esto no es cierto y las empresas han de saber qué opciones se les presentan si este sistema deja de funcionar. Los proveedores de servicios de recuperación de datos pueden repararlo, pero la clave consiste en trabajar de la mano de expertos en recuperación de sistemas RAID para garantizar así que existen las máximas probabilidades de rescatar los datos de mayor importancia.
A menudo el personal de TI intenta arreglar el sistema únicamente instalando de nuevo la configuración RAID original, los procesos administrativos documentados o intentando configurar de una forma determinada los controladores RAID o las unidades de este sistema, lo que suele dañar aún más los datos del cliente. Sin embargo, los expertos en estos sistemas, saben que en lugar de forzar los procedimientos normales, deberían descifrar el RAID “a mano”, es decir, analizar todos y cada uno de los sectores de datos almacenados en las unidades del sistema para volver a reunirlos. En concreto, este tipo de expertos no se basan en la configuración original del RAID porque pueden existir defectos, sino que, por el contrario, al reconstruir los bloques de datos distribuidos, el orden de la unidad y la simetría de los datos de forma manual es posible recuperar hasta los sistemas RAID peor parados.
Los ingenieros experimentados pueden trabajar con estos sistemas hasta cuando el disco duro original falla, reconstruyendo prácticamente el RAID y, lo que es más importante, normalmente, algunas empresas expertas pueden recuperar el sistema RAID in situ de manera remota a través de Internet o mediante una conexión telefónica para que el cliente no tenga que desmontar las unidades y el bastidor para su transporte. Se trata de una ventaja considerable, ya que permite recuperar con la mayor rapidez los datos críticos, a menudo devolviendo las empresas a la normalidad y al funcionamiento en cuestión de horas.
Asimismo, es importante tener en cuenta que una de las ventajas de la recuperación de datos es poder rescatar los últimos archivos gracias a las copias de seguridad más recientes: una diferencia crucial, ya que los sistemas RAID suelen almacenar los datos de mayor valor.