Los discos duros modernos se han desarrollado a una velocidad pasmosa en los últimos años, pero, a pesar de todas estas innovaciones, la corrupción de los dispositivos multimedia sigue constituyendo un problema para la industria de recuperación de datos actual. Antes de ahondar en los conflictos que plantea la corrupción de dispositivos es necesario comprender lo que la causa y cómo puede diagnosticarse dentro del contexto de la recuperación de datos.
¿Qué es la corrupción en dispositivos?
La corrupción puede describirse como la pérdida o modificación de datos informáticos durante la transmisión o recuperación.
¿Cuáles son sus causas?
La corrupción suele ser causada por la interrupción o perturbación del proceso de transferencia de datos, que puede ser originada, a su vez, por fallos electrónicos, subidas de tensión o problemas mecánicos internos.
¿Cómo daña la corrupción en los dispositivos el almacenamiento de datos?
La corrupción puede afectar a cualquier tipo de dispositivo de almacenamiento, desde discos duros y memorias USB, a sistemas RAID o disquetes. La corrupción de dispositivos puede modificar o destruir información importante que puede convertir a un dispositivo de almacenamiento en no operable e inaccesible.
¿Por qué puede causar tantos daños la corrupción de dispositivos?
Todos los dispositivos tienen una cierta rutina de arranque. Durante este proceso, el dispositivo necesita acceder a información importante que le indica cómo comunicarse con el host (ya sea mediante conexión a un portátil, a un ordenador de sobremesa o a cualquier otra pieza de hardware). Si estos datos se dañan o corrompen de algún modo, el dispositivo ya no sabe cómo arrancar, lo cual lo convierte en no operable.
¿Puede identificarse visualmente la corrupción de dispositivos? ¿Por qué supone un problema tan grande?
En la mayoría de los casos la corrupción de dispositivos no es visible, ya que tiene lugar en las profundidades de los datos de un dispositivo o de los microchips que controlan el disco duro.
En memorias USB, por ejemplo, la corrupción de dispositivos multimedia tiene lugar dentro del chip que controla la conexión entre el lápiz USB y el ordenador. Por este motivo no es posible ver (o cuantificar) el nivel de corrupción.
En el caso de los discos duros mecánicos modernos es también difícil detectar la corrupción, ya que a menudo solo se ven afectadas pequeñas áreas. Esta corrupción menor suele dañar solamente algunos archivos de usuario, pero puede ser suficiente para convertir a la unidad en inutilizable.
En corrupciones de dispositivos multimedia graves, esto puede afectar al “área de sistema” de la unidad.
Explicación del área de sistema
El área de sistema de un disco duro consiste en una serie de comandos a los que éste necesita acceder para ser a su vez accesible. Contiene información importante acerca del disco duro como la capacidad de almacenamiento de datos, el modelo, el número de serie, etc.
Todos los discos duros mecánicos necesitan acceder a su área de sistema para poder utilizarse, de modo que, si ésta se corrompe, los discos ya no se reconocerán y serán tan útiles como podría serlo un ladrillo.
Corrupción de dispositivos en discos duros antiguos
Si bien los discos duros modernos disponen de multitud de salvaguardias contra la corrupción, prevenirla por completo es imposible.
En el caso de los discos duros más antiguos sí que es posible identificar visualmente la corrupción al visualizar los platos con un microscopio, como en la imagen a continuación.
La corrupción: una vista cercana y personal
En la fotografía a continuación podemos ver una imagen aumentada de un plato. Las líneas verticales muestran la ubicación de diferentes sectores del disco duro, que deberían cruzarse con líneas horizontales muy finas que dividan las pistas.
En la imagen podemos ver las líneas gruesas características de una corrupción severa.
Algunas reflexiones finales
Está claro que la corrupción de los dispositivos raramente convierte a un dispositivo en no operable, pero existe esa posibilidad. Incluso en el caso de los discos duros modernos, una corrupción severa puede resultar en una recuperación defectuosa, y, en algunos casos, en una total imposibilidad de recuperación.
El mejor modo de garantizar la seguridad de tus datos es la constante actualización de las copias de seguridad. En cualquier caso, si te gusta vivir al borde del abismo, siempre puedes arriesgarte a no guardar copias de seguridad y dejar la seguridad de tus datos a su suerte. ¡Una opción en absoluto recomendable para personas sensibles!